Romina Palma

Soy Romina Palma, una mujer agradecida con la vida por todas las bendiciones que recibo todos los días de mi existencia. Sensible pero fuerte, siempre consciente de la importancia de procurar mantener una actitud optimista ante la vida.

Me gusta la sensación que me dan los momentos de paz, que encuentro en: Los abrazos y el pecho de Luis Alberto, la playa, mis verdaderas amigas y amigos, las palabras de mi viejita, la conversación con mi alma gemela, y la esperanza que me brindan mis sueños. Me encanta escuchar música, más aún ir a los conciertos de los artistas que tanto me gustan: Ricardo Arjona, Andrea Bocelli, Ricky Martin y Franco De Vita. Disfruto viajar, comer rico, y hablar con personas agradables.

Me gustaría realizarme como profesional, como esposa, como madre, como ser humano.

Sueño con materializar todas mis ilusiones. Buscando siempre ser aunténtica.

Parque para perros

En Caracas las mascotas tienen un espacio de recreación. Se trata de un parque con rampas, sube y baja y otros obstáculos para que los los perros puedan hacer sus maniobras al aire libre

En Caracas, Venezuela, se construye un parque particular. En lugar de los tradicionales columpios se encuentran canchas de exhibición canina, dónde los amos pueden mostrar a sus perros.

Iniciativa que ejercita y divierte

Es un proyecto de la Alcaldía de Baruta de Caracas. Se trata de un espacio de convivencia entre los vecinos con sus mascotas y el ambiente. En lugar de llevar a los niños a pasear, ahí los caninos son los protagonistas.

El dueño de "Maximiliano", Sergio Briceño dice: "Este es un parque de perros. Es una forma agradable de hacer ejercicio, porque tengo que correr con Maximiliano". No hay columpios ni ruedas, sino diversas atracciones dónde las mascotas juegan a la vez que entrenan.

Corazones desesperanzados...

"Que triste vive mi gente en los techos de cartón. Que triste cae la lluvia en los techos de cartón".
Es una utopía asumir que sólo llevan una vida triste aquellos que hacen de su hogar una humilde casa, de techos de zing o de cartón... Rostros descalabrados y esperanza maloliente se ha convertido en una berruga en el pecho de aquellos que deambulan día y noche por la calle.

La indigencia no es producto de la pobreza, sólo es una cara esta. Están aquellos que son visibles, caminan de un lado a otro y duermen donde los agarre el cansancio o los efectos de la droga y el alcohol, que se han convertido en alternativas para poder aguantar el hambre. También están los que casi nunca vemos, esos que se han refugiando o internado debajo de los puentes, o como aquellos que han hecho de su hogar el Guaire, el río que atraviesa toda la ciudad de caracas, capital de Venezuela.

Que triste vive mi gente en las calles sucias de mi ciudad. Que triste cae la lluvia en los rostros estropeados por la desidia y la soledad.